El Transporte
Objeto
El objeto de una red eléctrica es esencialmente el de transportar la energía desde el punto de su generación hasta el de consumo.
Dependiendo del tipo de consumo (domestico e industrial), de las características de la zona (longitudes, orografía), y del tipo de protección para la misma red, estas se configuran de una manera u otra.
Hay que tener en cuenta el impacto ambiental.
El transporte puede ser:


Aéreo.
Subterráneo (zanjas o galerías).
Líneas aéreas:
Se utilizan para el transporte de la energía eléctrica a largas distancias.
Se usan tensiones elevadas para reducir perdidas por el efecto Joule.
A menor sección de conductores, menos costes de implantación.
El mayor problema es el aislamiento respecto a masa y el impacto medioambiental.
Los valores del transporte a Alta tensión y Muy Alta tensión son en orden descendente:
400 kV (enlaces internacionales).
220 kV, 132 kV, 110 kV, 66 kV.
Líneas subterráneas:
Directamente enterradas

Los cables se alojarán en zanjas de 0,70 m de profundidad mínima y una anchura que permitan las operaciones de apertura y tendido, con un valor mínimo de 0,35 m.
En Galerías
Este tipo de canalización, los cables estarán colocados sobre bandejas o palomillas separadas como máximo 0,60 m .
El funcionamiento normal de una línea eléctrica se puede ver perturbado por diferentes causas, lo que hace necesario una serie de aparatos de maniobra y protección que permitan, hacer cortes de seguridad y mantenimientos, así como reponer la línea en su estado de funcionamiento normal.


SUBCENTRALES (SUBESTACIÓN REDUCTORA)
Como indica su nombre dependen de las centrales.
Es el penúltimo paso para entregar la energía al consumidor.
Controlan la energía, reducen tensión para acometer la distribución en media tensión.
Por el aumento de la intensidad aumentan las secciones de los elementos de transporte (cables, barras, etc.).
En intemperie y subterráneas.
